jueves, 6 de abril de 2017

"El fantasma de Canterville"

El famoso cuento de Oscar Wilde titulado “El fantasma de Canterville” se aleja completamente de los cuentos clásicos de fantasmas. Con el escepticismo del señor Otis nos insertamos en una obra en la cual el materialismo y el modernismo se contraponen con la figura del fantasma de Canterville, el cual proviene del siglo XVI.
            Con una pluma  difícil de comparar, Wilde construye un fantasma que es opuesto a todas las obras sobre eventos sobrenaturales. Éste fracasa constantemente en cada aparición y los diversos elementos del mercado moderno (quitamanchas, lubricantes, remedios para la indigestión), que le recomienda la familia Otis, generan un efecto interesante en la trama pues se podría pensar que establecen una ruptura con los relatos típicos.
            Es decir, en esta ésta obra no ocurre nada de lo que posiblemente un lector  vaya a esperar de un tipo de género con apariciones sobrenaturales. El espectro constantemente fracasa en cada aparición suya, a pesar del disfraz más aterrador.  En definitiva hay una inversión: teme el ataque de los gemelos, esto da cuenta a mi entender de un tratamiento interesante del concepto de ‘tradición’. En la obra, el siglo XVI tiene un  protagonismo central: este es un siglo en el cual uno de los mayores exponentes fue Shakespeare. Y el siglo XIX construye a aquel pasado desde un lugar distinto,  y si se considera esto se puede pensar que las “bromas” por parte de los jóvenes le sacan credibilidad al fantasma. Aquello, entonces, cobra una significación y un color muy diferente. Eso no implica a mi parecer que se le saque credibilidad al pasado sino que su comprensión es diferente, y es por ello que no produce más miedo el fantasma de Sir Simon.
            Leer el cuento de Wilde adquiere diversas significaciones de acuerdo a la etapa en la cual estés, porque para un niño esta historia suena infantil, pero en sí en cada página reside toda la teoría estética que el escritor desplegó a lo largo de su corta vida en ensayos y obras. El personaje de Sir Simon engloba gran parte de la teoría que sostiene Wilde: pinta una mancha con lápices para simular una  real, y esto nos podría hacer pensar directamente en otra obra suya  El retrato del señor W.H con el uso de un cuadro para darle peso a una teoría falsa.
            Además, el teatro cobra función central en el cuento porque cada una de las víctimas del fantasma de Sir Simon de Canterville fueron los espectadores de un espectro que se “disfrazó” para asustarlos. Y es el traje un elemento central para Wilde en su ensayo La verdad de las máscaras,  para pensar el gran arte de la ilusión.
            No es por nada que este autor reside entre los escritores canónicos de las letras inglesas del siglo XIX, pues sus reflexiones sobre el arte se pronuncian a través de aquellas solemnes palabras en boca de su  valiente Virgine: “Me hizo comprender lo que es la vida y lo que significa la muerte y por qué el amor es más fuerte que ambas”. Y envuelta en el misterio de cómo aquella conclusión se pudo elaborar, y por supuesto qué pudo haber ocurrido en ese período desconocido por todos, Wilde nos invita a pensar que frente a la muerte y lo trágico es el amor algo superior. 



Escrito por Sabrina Scaramal. 

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